Eagles aprovechan errores de los Bills y se lleva el triunfo en su visita a Buffalo
Una batalla que se decidió en la jugada final, cuando los Bills se quedaron a centímetros y a una conversión fallida de cambiar la historia
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Los Philadelphia Eagles se llevaron una victoria apretada 13-12 ante los Buffalo Bills, marcador que reflejó un duelo áspero, de desgaste, donde cada yarda se peleó como si fuera la última. No fue un espectáculo de fuegos artificiales, sino una batalla de trincheras que se decidió en la jugada final, cuando los Bills se quedaron a centímetros y a una conversión fallida de cambiar la historia.
Desde el inicio, el encuentro tomó un tono físico y defensivo. Philadelphia golpeó primero con una serie larga y metódica culminada por un pase corto de Jalen Hurts a Dallas Goedert en la zona de anotación. A partir de ahí, el partido se convirtió en un intercambio constante de patadas, capturas y errores forzados, con ambos mariscales bajo presión y sin margen para improvisar.
Buffalo tuvo sus oportunidades, pero pagó caro cada fallo. Josh Allen fue capturado en momentos clave y sufrió un balón suelto que cambió el impulso temprano del juego. Aun así, los Bills insistieron con el juego terrestre y pases cortos, avanzando a base de paciencia más que de explosividad, conscientes de que cualquier error adicional podía ser definitivo.
Los Eagles, por su parte, no lograron despegar ofensivamente en la segunda mitad. Saquon Barkley encontró pocos espacios y Hurts tuvo que conformarse con administrar el partido. Tres goles de campo de Jake Elliott sostuvieron a Philadelphia en el marcador, pero la sensación era clara: el duelo estaba peligrosamente abierto y cualquier posesión podía inclinar la balanza.
El último cuarto fue una prueba de nervios. Buffalo armó una ofensiva larga y física que terminó con una anotación por tierra de Josh Allen y un intento de punto extra bloqueado que mantuvo la diferencia mínima. Más tarde, otra serie precisa llevó a los Bills a acercarse en el marcador.
Con menos de dos minutos en el reloj, Allen volvió a tomar el balón y avanzó el campo con determinación, conectando pases profundos y escapando de la presión. La ofensiva de Buffalo llegó hasta la yarda uno, donde el propio mariscal entró a la zona prometida para dejar el marcador 13-12 y preparar el momento decisivo: la conversión de dos puntos.
La jugada final condensó todo el drama de la noche. Allen buscó a Khalil Shakir en la zona de anotación, pero el pase cayó incompleto. Sin tiempo restante, los Eagles celebraron una victoria sufrida y valiosa, mientras los Bills se quedaron con la amarga sensación de haber estado a una sola recepción de una remontada para la historia.
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