Miguel Herrera señala su proceso en Costa Rica como “el más triste” de su carrera
El ‘Piojo’ analizó su etapa en Costa Rica, la eliminación al Mundial 2026, su relación con la prensa, la autocrítica por resultados y sus planes para volver a dirigir
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Miguel Herrera habló largo y tendido en exclusiva con Claro Sports en W Radio. Con la serenidad que da el tiempo, pero también con la herida todavía abierta, el entrenador mexicano hizo un repaso profundo por su etapa al frente de la selección de Costa Rica, la eliminación rumbo al Mundial 2026, la relación con la prensa tica, sus decisiones más recientes como técnico y lo que viene para su futuro profesional.
Un proceso marcado por la ilusión y el golpe más duro
La eliminación de Costa Rica del camino al Mundial 2026 fue un golpe inesperado. Herrera reconoció que pocas veces el fútbol lo había sacudido de esa manera. Antes de entrar al análisis táctico y deportivo, el técnico habló de su estado físico y emocional, dejando claro que, pese a los problemas de salud recientes, su energía sigue intacta. “Gracias a Dios estoy bien, ya listo, arreglando mis broncas de salud para estar listo el año que entra y arrancar el 2026. Me dolió mucho la eliminación, me pegó fuerte porque tenía mucha ilusión. Los muchachos lo hicieron bien, se entregaron, pero nos faltó un gol. Un solo gol nos hubiera llevado directo al Mundial o al repechaje. Esa es la realidad”.
Herrera explicó que la frustración no vino solo del resultado final, sino de la sensación de haber estado siempre a un paso. Costa Rica empató demasiados partidos y pagó caro esa falta de contundencia en momentos clave. “Perdimos uno, ganamos uno y empatamos los demás. Ganar cualquiera de esos partidos nos llevaba al Mundial. El último partido fue muy triste. Pensé que Honduras iba a salir a matar o morir, pero salió a empatar. Al final, cuando se dieron cuenta que estaban fuera, ya era tarde. Fue una tristeza bastante grande“.
El cambio generacional y la ausencia de un líder diferente
Uno de los ejes del análisis de Herrera fue el proceso de transición que vive el fútbol costarricense. La generación dorada de 2014 dejó una huella profunda y reemplazarla no es sencillo. “Cuando hay cambios generacionales es difícil, y más cuando se va una generación tan exitosa como la de 2014. Regresamos a Keylor, a Celso, para ayudar a los chavos. Waston, con 38 años, se entregaba al máximo y nos ayudó mucho, pero nos faltó un jugador diferente”.
Ese jugador, para el ‘Piojo’, tiene nombre y apellido. “Nos faltó un Bryan Ruiz. Un tipo con esa claridad no lo hay hoy en Costa Rica y eso es lo más preocupante. Hay delanteros y volantes muy buenos, jugadores de 20 años que van a dar de qué hablar, pero ese talento distinto hoy no está”.
Herrera detalló partidos específicos donde la selección fue superior, pero errores puntuales cambiaron el destino. “Contra Haití controlamos el primer tiempo y en diez minutos tomamos malas decisiones: un penal, una mala entrega, un tiro de esquina mal defendido. Son cosas que no debimos permitir. Hicimos todo, los muchachos pusieron toda su voluntad”.
Vivir en Costa Rica y enfrentar a la prensa local
Uno de los puntos más sensibles fue la relación con la prensa y la percepción pública tras la eliminación. Herrera dejó claro que, a diferencia de otros técnicos extranjeros, decidió vivir el país desde adentro. “Yo me fui a vivir a Costa Rica. Caminaba por las calles, iba a mercados y plazas. La gente siempre fue muy bien conmigo, incluso después de la eliminación. Nunca sentí hostilidad en la calle“.
El conflicto, explicó, se dio con un sector muy reducido del periodismo. “Había tres o cuatro periodistas que estaban en contra. Mi chamba es pública y siempre será criticable, pero que critiquen mi trabajo, no tonterías como decir que me faltaba experiencia. Tengo 23 años como entrenador y toda mi vida en Concacaf“.
Herrera fue directo al asumir responsabilidades. “Me preguntaban quién era el responsable y siempre dije: yo soy el responsable. No le eché la culpa a nadie. Me trajeron para eso y asumí mi parte. No sé qué más querían escuchar”.
Autocrítica: Tigres, Tijuana y decisiones que pesaron
Herrera también miró hacia atrás y reconoció errores en sus últimos proyectos de clubes, especialmente en Tigres y Tijuana. “En Tigres armé el equipo como creía y llegué a dos semifinales. Siempre peleamos arriba. Me fui y al día siguiente contrataron jugadores que me dijeron que no había dinero para traer. No entendí esa parte”.
En cuantp a Xolos fue aún más claro. “Me equivoqué. No armé el equipo como yo quería y soy el responsable. Mis decisiones en los últimos dos equipos fueron no haber sido más tajante”. Aun así, aseguró que nada lo ha dolido más que lo ocurrido con Costa Rica. “Este es el proceso más triste, porque teníamos ilusión, ganas y una Copa Oro aceptable. Luego vino la eliminatoria y no se dio”.
El futuro: pausa, reflexión y la cancha como prioridad
Herrera cerró con una idea clara: su historia como entrenador no ha terminado. “Quiero terminar en la cancha demostrando que tengo capacidad y volver a lograr cosas importantes. Voy a descansar en diciembre, reflexionar y escuchar propuestas. Si llega un equipo, dejo todo y vuelvo a ser técnico. La cancha sigue siendo mi prioridad“.


